Y quién iba a pensar que ese perro cabezón que se encontraron lleno de barro y a quien le estábamos buscando casa se iba a quedar conmigo tanto tiempo. Y que me iba a salir bien eso de adiestrarlo.
Junto a Nuka, es mi debilidad. Y puedo estar lanzándole una pelota, un frisbi, o un palo infinitamente hasta el final de los tiempos....