El problema que tenía es que sus cartas le llegan con tres direcciones diferentes, y él vive sólo en un sitio.
Pretende que yo me aprenda su nombre, me haga su amiga y vaya recogiendo todas sus cartas repartidas por el pueblo y se las lleve a su casa(Cosa que no es gratis). Y dice que me va a poner una queja, porque yo le conozco (según él) y no le llevo las cartas a donde él vive, cuando él quiere (porque si se las llevo cuando no está, se enfada).
Pues no me da la gana. Se va a hinchar. Que me ponga las quejas que quiera, porque un cartero lleva las cartas donde pone la carta. Yo no soy detective.
La gente está muy mal acostumbrada y eso es culpa del cartero... Y viven muy felices mimados hasta que llego yo.
No se si reirme o llorar.
Etiquetas: Correos, Reflexiones

A la gente hay que educarla A PALOS, te lo dice un profesional. La comodidad es para vagos y maleantes. ¡Caaaañaaaaaa!
Bah, que me pongan las quejas que quieran... cuando no tienen razón y no me escuchan pierden el tiempo.
Viva la desinformación
Viva la desinformación
¡¡¡A por ellos que son pocos y cobardes!!! Jajaja, la verdad es que sí, aunque no creas, en el trabajo de mi padre dejan todas las cartas del trabajo, de casa e incluso de mi abuela. Tienes razón en eso de que estamos mal acostumbrados.
Yo no estoy en contra de esos favores, ya que cuesta más devolver una carta que entregarla. Pero creo que debería quedar claro que son eso, FAVORES. Y que tal vez cuando venga otro cartero no le apetezca hacértelos...
Tu ni caso, como bien dices "se van a hinchar". Ya puede el tio ir a correr ya, yo creo que si ni siquiera es capaz de recoger el correo de donde toca, no se molestará en ir a poner una queja. ¡¡que le den!!
Nos vemos!
Nos vemos!
Osea, que quiere que te hagas su amiga, y te amenaza cn una reclamación, olé ahí esas habilidades sociales... que aptitud para hacer amigos...
Bueno, os dejo que voy a amezazar a la pastelera con dejar de comprarle si no se toma un café conmigo.
Es para reirse y para llorar ala vez.
Bueno, os dejo que voy a amezazar a la pastelera con dejar de comprarle si no se toma un café conmigo.
Es para reirse y para llorar ala vez.
Yo a ese tipo de gente es a la que más caña les doy, desde ese momento cuando no ponga el número en la carta o el piso o la puerta o hasta la última tilde de su nombre, les devuelvo las cartas por dirección incorrecta xD
(Lo de las tildes era para exagerar)
La gente piensa que trabajas para ellos, y no, trabajamos para la mayor empresa en lo que a trabajadores se refiere, y no, no estamos a su disposición, por muy majos que seamos los carteros :P
(Lo de las tildes era para exagerar)
La gente piensa que trabajas para ellos, y no, trabajamos para la mayor empresa en lo que a trabajadores se refiere, y no, no estamos a su disposición, por muy majos que seamos los carteros :P